La vida en
la tierra es una asignación temporal. La Biblia está llena de metáforas que
enseñan la naturaleza de lo breve, temporal y transitorio de la vida terrena.
La vida se describe como un vapor; uno que corre rápido, un soplo de aliento y
un rastro de humo.
La Escritura
declara:
“Nosotros
nacimos ayer... nuestros días en este mundo son como una sombra”.
1 Para hacer buen uso de tu vida nunca debes olvidar dos verdades: Primero, la vida, comparada con la eternidad, es extremadamente breve. Segundo, la tierra es tan sólo una residencia temporal. No vas a estar aquí por mucho tiempo, así que no te apegues demasiado. Pídele a Dios que te ayude a ver la vida en la tierra a través de sus ojos. David oró:
“Dios mío,
hazme saber cuál será mi fin, y cuánto tiempo me queda de vida; hazme
saber cuán corta es mi vida”.
2 La Biblia
compara constantemente la vida en la tierra con vivir en un país extranjero.
Este no es tu hogar permanente o tu destino final. Estás aquí de paso,
visitando la tierra. La Biblia emplea términos como extranjero, peregrino,
advenedizo, extraño, visitante y viajero para describir nuestra corta estadía
en la tierra. El salmista dijo:
“Estoy de
paso en este mundo”
y Pedro
explicó que:
“Si tú
llamas Padre a Dios, vive tu tiempo en esta tierra como si estuvieras de
paso”.
Vivo en
California, donde muchas personas de todas partes del mundo se han mudado para
trabajar, aunque mantienen la ciudadanía de sus respectivos países. Se les pide
que lleven consigo una tarjeta de residencia (conocida como “green card”), que les permite trabajar aquí aunque
no sean ciudadanos.otros somos ciudadanos del cielo, de
donde anhelamos recibir al Señor Jesucristo”.
5 Los
verdaderos creyentes saben que la vida es mucho más que los pocos años que
vivimos sobre este planeta. Tu identidad está en la eternidad y tu patria es el
cielo.
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